Las Litografías del Barón Taylor

03.06.2016 09:18

Durante casi sesenta años el Barón Taylor dirigió un extenso equipo de escritores, dibujantes y grabadores que elaboraron un amplísimo inventario del patrimonio histórico y monumental de Francia publicado en veinticuatro volúmenes.

Isidore Severin Justin Taylor, nacido en Bruselas en agosto de 1789 y barón desde que fue nombrado como tal por Carlos X en 1825, demostró desde joven su interés por viajar. A los veintiún años recorre Bretaña, Flandes, Alemania e Italia. En 1829 gestiona el traslado a París del obelisco de Luxor que se instalará en la plaza de la Concordia. Nueve años más tarde, en 1838, será nombrado inspector general de Bellas Artes y encargado por Louis-Philippe de adquirir en España las telas que deberán conformar la galería española del Museo del Louvre. También se encargará, como comisario real, del Théâtre Français.

Eran los años de plena efervescencia del romanticismo y de la pasión por el exotismo de Oriente que añaden lo pintoresco a las categorías estéticas de lo bello y lo sublime. Este alcanza a la estética de las ruinas romanas y griegas y a todos aquellos monumentos del pasado que se revisten de un aura cuasi mítica en un momento en que se valora la recuperación o, por lo menos, el mantenimiento del patrimonio histórico, en lo que influyó el nombramiento de Prosper Mérimée como inspector general de monumentos históricos en 1834 y, también, la publicación de los Voyages pittoresques. Muchos de los grabados presentes en la obra de Taylor y sus colaboradores verán modificados sus sujetos a causa de las restauraciones efectuadas.  

Años antes, en 1818, Taylor concibe junto al escritor Charles Nodier el descomunal proyecto de Voyages pittoresques et romantiques dans l’ancienne France que acabará siendo un exhaustivo inventario, prácticamente un catálogo, de los monumentos históricos franceses. Los Voyages no constituyen un trabajo aislado y, probablemente, estarían inspirados en otros proyectos enciclopédicos previos. Entre mayo de 1798 y agosto de 1801, en plena expansión del Imperio Napoleónico, una comisión de científicos, literatos y dibujantes sigue la campaña de Bonaparte en Egipto. A su regreso publicaran en veintiuna entregas, entre 1809 y 1829, diez volúmenes de textos y trece de planchas, se trata de la Description de l’Égypte, ou Recueil des observations et des recherches qui ont été faites en Égypte pendant l’expédition de l’Armée française. Otros trabajos aparecidos anteriormente o contemporáneamente fueron la Description générale et particulière de la France, de Benjamin de la Borde de 1781, la Histoire de l’art par les monuments, depuis sa décadence au IV siecle jusqu’a son renouvellement au XVI de Jean Baptiste Seroux d’Agincourt, 1823, Antiquité nationales au recueil de monuments pour servir à l’histoire générale et particulière de l’Empire français de Aubin Louis Millin, 1798 y Monuments de la France classés chronologicament et considérés sous le rapport des feits historiques et de l’etude des arts de Alexandre de Laborde, publicado entre 1816 y 1836. En la misma época tuvo un gran éxito el pintor escocés David Roberts, quien trasladó los esbozos y acuarelas realizados en Egipto y España en grabados, proporcionando una mayor difusión a su trabajo. Sus obras ocuparon seis volúmenes que contienen  248 litografías.

La fotografía se estaba formando en aquel tiempo, en 1826 Nicéphore Niepce efectuaba los primeros ensayos que mejoraría Louis Daguerre presentando sus resultados en 1839 en la Académie des Sciences en París. Sin embargo, para plasmar gráficamente los documentos, el equipo de Taylor empleó la litografía, el proceso creado por el alemán Aloys Senefelder en 1800 que permitía la reproducción impresa de múltiples copias empleando una plancha de piedra pulida en la que mediante un procedimiento químico se fijaban las tintas que transfieren la imagen.

El Barón Taylor falleció en París el 6 de septiembre de 1879, al año siguiente de completar los Voyages pittoresques. Su efigie es hoy un monumento más en el interior del cementerio de Père Lachaise.

© J.L.Nicolas

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