El País Toraja

25.10.2017 09:45

Llueve. No para de llover. Me gusta la lluvia, pero esto es una exageración. No cae una gota tras otra. Llegan todas juntas. Incesantemente. Si el Lord Jim de Joseph Conrad hubiera visitado está tierra habría creído que había caído por la borda del Patna en lugar de haber desembarcado. Es Tana Toraja, el país de los Toraja en las islas Célebes.

Macassar, o por su otro topónimo Ujung Pandang, no es país Toraja, pero es una puerta prácticamente obligada, se llegue por aire o por mar. Una ciudad que el mismo Conrad describió como the prettiest and perhaps, cleanest looking of all the towns in the islands. (la más bonita y tal vez, la que parece más limpia de todas las ciudades de las islas). Ni siquiera un siglo más tarde, en una guía de los años ochenta, se podía leer: The capital of Sulawesi province is also its foremost, grottiest, noisiest, dirtiest city. (La capital de la provincia de Sulawesi es también la principal ciudad, más cutre, más ruidosa, y más sucia.)  En el siglo XVI ya era uno de los principales centros comerciales del sudeste asiático. Aquí se establecieron comerciantes y mercaderes chinos, indios, siameses, árabes, javaneses, malayos y portugueses antes de la llegada en 1667 de la VOC, Veerenigde Oost-Indische Compagnie, la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales. Se cargaban y descargaban, se vendían y compraban ricas telas, perlas, oro y cobre, alcanfor y nuez moscada, clavo y otras especias provenientes de las vecinas Molucas. Lo primero que hicieron los holandeses fue ocupar y renombrar la fortaleza construida por el sultán de Gowa que guardaba la ciudad, Fort Rotterdam, ahora Beteng Ujung Pandang, alberga un par de museos. Un par de mezquitas y el barrio chino pueden completar la visita que puede acabar junto al puerto donde un agradable paseo marítimo, Pantai Losari, está lleno de puestos donde se puede comer algún bocado indonesio.  

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© J.L.Nicolas

 

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