Alrededor del Zuider Zee

02.06.2025 09:54

El Zuider Zee, el Mar del Sur, era una vasta y poco profunda entrada de agua del Mar del Norte en el mismo centro de los Países Bajos. En 1932 este mar interno fue encerrado por un dique de dimensiones faraónicas, el Afsluitdijk, que desde entonces regula el flujo marino entre ambos costados. Por encima una autopista recorre los treinta y dos quilómetros que separan las provincias de Holanda Septentrional y Frisia.

La lucha contra la presión del mar en un país donde una buena parte de su territorio está bajo su nivel ha agudizado el ingenio de sus habitantes para ganarle terreno. Inicialmente los pólders, ese terreno recuperado, se conseguía con un sistema de drenaje de las marismas basado en el bombeo del agua mediante molinos de viento. Esa es la razón de que estos aún sean una presencia constante en el paisaje neerlandés.

En 1932 la construcción del gran dique Afsluitdijk convirtió el Zuider Zee en un gran lago, el IJseelmeer, que fue perdiendo progresivamente la sal y convirtiéndose en una enorme reserva de agua de regadío. El aislamiento del mar facilitó el desarrollo de nuevos pólderes, el Weiringermeer al norte de la provincia de Holanda, el Noordoostpolder, en Friesland y una nueva provincia, Flevoland, enteramente ganada al antiguo Zuider Zee. En 1975 la construcción del nuevo dique Houttribdijk entre las ciudades de Lelystad y Enkhuizen dividió el IJsselmeer creando un nuevo lago, el Markermeer.

Al oeste, el Zuider Zee quedaba encerrado por la provincia de Holanda, la que antes fue un condado feudatario del Sacro Imperio Romano. En el siglo XV pasaría a depender de la casa de Borgoña y luego de los Habsburgo españoles, hasta que se formaron las Provincias Unidas que entraron en una feroz competencia por el comercio mundial con Portugal, España e Inglaterra. Ámsterdam es la mayor ciudad, partida por el canal que enlaza el Markermeer con el mar del Norte. Los campos holandeses que la rodean están cargados de los cambiantes colores de los tulipanes y de los productos de la huerta que crecen en sus invernaderos como lo harían en un país de Europa meridional.

Siguiendo hacia arriba una pequeña rada baña tres poblaciones holandesas. Marken, en una pequeña isla unida a tierra solamente por la carretera, es la población que da nombre al Markermeer. Es conocida por sus coloridas casas de madera y en otros tiempos fue villa pesquera. Al este de la isla, su faro la hacía reconocible. Monnickendam comparte con Marken la gestión municipal. Tiene un pequeño puerto de pesca que fue más importante en otros tiempos, aún conserva almacenes del siglo XVII y un campanario de la misma época. Junto a Edam, su antiguo puerto, Volendam, asoma a las mismas aguas. Hoorn fue uno de los principales centros de la Vereenigde Oost-Indische Compagnie, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales donde llegaba el comercio de las especias, aquí se descargaba el clavo, la pimienta y la nuez moscada, en un puerto que estaba situado en el corazón de la ciudad y que ha menguado considerablemente desde que se cerró el Zuider Zee. De su pasado esplendor queda la Hoofdtoren, construida en 1532 para guardar la entrada principal del puerto. De aquí zarpó el explorador Willem Corneliszoon Schouten, quien en 1616 dobló el extremo sur del continente americano, dándole el nombre de su localidad natal: Kaap Hoorn, Cape Horn o, actualmente, el cabo de Hornos.   

La provincia acaba en la primera y mayor de las islas frisias, Texel, en la que hay siete poblaciones y unas magníficas dunas por las que pasear mirando el cielo gris. En 1795 fue el escenario de la primera y seguramente única derrota de una armada por la caballería, eso sucedió cuando el mar se heló en torno a la isla atrapando a los navíos holandeses que las tropas francesas rodearon y rindieron sin disparar un solo tiro.

Una vez atravesado el largo dique del Afsluitdijk se entra en tierras de Frisia y casi inmediatamente al puerto de Makkum. La sirena dorada de su blasón muestra en sus manos las que fueran las principales actividades de la población, sus astilleros y los hornos de cal. Un poco más al sur la pequeña villa de Gaast, también junto al IJseelmeer, comparte la municipalidad. Los 715 habitantes de Sloten parecen una multitud frente a los poco más de dos centenares de Gaast. Sloten está en una isla situada en medio de un canal flanqueado por tilos, el Sleattemer Gat, que, además de rodearla, la atraviesa entre la maraña de lagos interconectados de la región.

Para regresar a Ámsterdam sin repetir la misma ruta hay que enfilar hacia el sur, hacia la tercera provincia que rodea y abraza el Zuider Zee, Flevoland. Flevoland fue casi por completo robada al mar, o dicho de otro modo es un extenso pólder y la provincia más joven de los Países Bajos, creada entre 1940 y 1968, ocupa 54.000 hectáreas de las que el 75% están dedicadas a la agricultura. El nombre se tomó prestado de la toponimia romana, allí donde estuvo el Lacus Flevo. La construcción del pólder acabó con el aislamiento de Urk, una pequeña población sobre una isla no mucho mayor en medio del Zuider Zee que ya era mencionada en un certificado de donación del siglo X cuiisdam insulae medietatem in Almere, que Urch vocatur. (Para ciertas personas la mitad de la isla de Almere, que se llama Urch). En su puerto una estatua de una mujer observando al mar, en su horizonte, recuerda a los pescadores que no volvieron. La torre de su faro empezó a alumbrar en 1845. El hecho de haber sido durante largo tiempo una isla ha preservado en Urk un dialecto distinto del holandés.

El resto de la provincia es una gran isla en el Zuider Zee, donde están las ciudades de Lelystadt y Almere. Un puente más en la A6 marca la entrada de nuevo a Holanda septentrional, donde antes de llegar de nuevo a Ámsterdam está entre los bosques de Le Gooi, el macizo castillo de Muiden.

© J.L.Nicolas

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