Fantasía

22.11.2012 12:04

Marrakech es seguramente una de las ciudades más turísticas y más espectaculares de Marruecos. Hay poca cosa que contar que no se haya dicho de la famosa plaza Djemaa el Fna, sus aguadores, los encantadores de serpientes, la Kutubia, su maravillosa medina, o sus Fantasías, las cargas que hacen a caballo los jinetes marroquíes hasta detenerse súbitamente para disparar sus antiguas espingardas. Así que no voy a hablar de Marrakech. Sino de algunas fantasías. Otras fantasías.

Hassan Ibn Muhammad al Wazzan al Fessi al Garnati, granadino conocido en tierras italianas por el nombre de Giovanni Leone di Medicis, o por su alías, León el Africano, publicó el 10 de marzo de 1526 el libro Della descrittione dell’Africa et delle cose notabili che quivi sono, en el que realizaba una de las primeras recensiones de historia y geografía del continente africano conocidas en occidente y que sería obra de referencia durante años. En el capítulo en el que se refiere a la ciudad de Marrakech, el granadino, que la visitó a principios del siglo XVI, a pesar de que la describe como una “de las más grandes ciudades del mundo y de las más notables de África” no deja de observar el estado de decadencia y de dejadez en el que se hallaba, y que aún así “los restos (...) pueden dar fe de la pompa y grandeza de los tiempos en que reinaba en ella Mansor”.

Más de 400 años después, una vez acabado el ramadán, la pompa citada por el andaluz se reprodujo en la celebración de la boda de Lalla Asma, segunda hija del monarca alauí Hassan II. La ciudad bullía en festejos: fantasías de jinetes bereberes bajo las sombras de la Kutubia, exhibiciones de cetreros, manifestaciones de regocijo a lo largo de la avenida de Mohamed V y generosos ágapes bajo las jaimas instaladas en los jardines de la Menara en los que se servían rebosantes bandejas de tórtola rellena de frutos secos, zumos de frutas y té en abundancia. 

Estamos en el mes de shawwal del año 1407 de la hégira, 1987 en el calendario de los cristianos y ya ha pasado la llamada al dhuhr, la oración de mediodía.

Leer más en edición impresa o e-Book

 

© J.L.Nicolas

 

Ver más fotos