Kernow
Cornwall queda ciertamente un poco alejada de los monolitos de Stonehenge, en el Wiltshire, pero posee una cierta conexión. Un recuerdo ignoto quizás. Un punto de partida. Cornwall también tuvo su propia lengua, el cornish, una variante del celta, en la que el país se llama Kernow. Se cree que la última persona que habló cornish fue Dolly Pentreath, quien murió en 1777. De ella se cuenta que sus últimas palabras fueron Me ne vidn cewsel Sawznek!, Yo nunca hablaré inglés!. Dolly vivió cerca de Mousehole, un pequeño pueblo de pescadores, con un par de pequeñas y bonitas playas cercadas por los diques del puerto. Allí mismo el Ship Inn, pub y bed and breakfast, sirve unas estupendas ales de la zona. La Tribute, por ejemplo.
El Océano Atlántico agita violentamente las crestas de las olas al norte de la península. Azotan, en Tintagel, la isla en la que se yerguen los restos del castillo de Arturo, el de la mesa redonda. Al margen de los reclamos para turistas, las trazas del ciclo de Arturo, descritas por Geoffrey of Monmouth en Historia Regum Britanniae en el siglo XII y continuadas por Sir Thomas Malory doscientos años más tarde, se hallan, además de en Tintagel, millas al este, en la Tor Hill de Glastonbury, donde se cree que una vez existió Avalon y reposan los restos del rey.
Cornwall está plagado de pequeñas poblaciones que en su día vivieron de la pesca, de la minería del estaño, del contrabando o del saqueo de los naufragios. Hoy los ingresos provienen del turismo, básicamente británico y francés. Las pastelerías que suministran los pasties, las típicas empanadas rellenas de patata, carne y cebolla, y los locales con los consabidos imanes de frigorífico y otros souvenirs, florecen en las calles principales de Padstow, Saint Ives, Newquay o en el parque de atracciones de Land’s End. Pero, aun a pesar de la presión de los nuevos bárbaros, algunos pueblos conservan un cierto encanto, cómo el pintoresco Polperro, ya en las cercanías de la puritana Plymouth. Al fondo de una estrecha rada Polperro aun mantiene una flota pesquera activa.
© J.L.Nicolas