Miniaturas Turcas

16.07.2015 11:08

Cinco pescadores curiosamente ataviados con túnicas de distintos colores y turbantes emplumados recogen las redes cerca de la costa. Debe ser primavera porque junto a los cipreses crecen violetas, margaritas y lilas. La pesca ha sido abundante y no tardan en aparecer gaviotas que intentan atrapar al vuelo alguna presa que trate de escapar de la red. Sobre una vegetación similar, junto a una tienda de campo, un harén agasaja a un noble. Dos mujeres tocan el laúd para sus oídos mientras otras le ofrecen café. Otro harén disfruta de un cálido baño en un perfumado hammam.

Como estas iba pasando, una tras otra, páginas ilustradas otrora unidas a algún libro hoy desmembrado. Páginas interminables a cual más bella, decoradas con finas tintas planas y panes de oro. Delicadamente perfiladas. Plenas de caligrafías pacientemente trazadas a mano. Páginas que se deslizaban ante mis ojos mientras cambiaban entre mis manos en la penumbra del fondo del comercio, una oscura tienda en Divanyolu Caddesi, en el barrio de Sultanahmet en la Estambul que fue centro del mundo en varias ocasiones. La primera de ellas cuando Constantino el Grande la convirtió en la nueva Roma y dejó de ser la insignificante Bizancio, la antigua polis griega. Cerca de los palacios del Serrallo y de los templos que elevan sus cúpulas y sus minaretes hacia los cielos está la Hagia Sofia que ordenó construir Constantino cuando cambió el nombre de la ciudad por el suyo propio y que Mehmet el Conquistador reconvirtió en mezquita tras conquistarla en 1453. O los de Sultan Hamet Camii, la célebre mezquita azul que quiso rivalizar en número de minaretes con los oratorios de los Santos Lugares.

No es común en la cultura islámica la ilustración figurativa ni la representación humana, y en la cristiana Constantinopla estuvo a punto de suceder lo mismo tras las insurrecciones iconoclastas. En el arte islámico esa ausencia figurativa se sustituyó por el vehiculo de la palabra: la escritura. El alfabeto árabe toma volumen y la caligrafía ornamental desarrolla aspectos pictóricos que, en ocasiones junto a motivos geométricos y vegetales, conforma hermosos Bismillah zoomorfos u oraciones interminables que construyen perfiles de diseño casi imposible.

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© J.L.Nicolas

 

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